Es frecuente que los niños no quieran comer muchas verduras, la Spirulina complementa estas carencias. La niñez es un periodo vital, en el que se conforma y establece el Sistema Inmunológico para el resto de la vida. En las enfermedades contagiosas de la infancia, a las que continuamente están expuestos, la Spirulina por su valor inmuno-estimulante, permite al cuerpo del niño reconocer los virus y bacterias y al mismo tiempo aumentar sus defensas.
La Spirulina colabora con el crecimiento del infante y disminuye el gusto excesivo por los dulces y carbohidratos, que a menudo provocan la ansiedad y la obesidad infantil.
La Spirulina colabora con el crecimiento del infante y disminuye el gusto excesivo por los dulces y carbohidratos, que a menudo provocan la ansiedad y la obesidad infantil.
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